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Dec 23, 2021

La pandemia puede actuar a veces como una piedra en el engranaje de la globalización. Las exportaciones chinas, casi tan importantes para las cadenas de suministro mundiales como el oxígeno para respirar, afrontan una inusual tormenta que amenaza con dañar la joya de la corona del gigante asiático y pone en peligro las inversiones de algunos de sus clientes. La espectacular recuperación de los pedidos desde el exterior en los últimos meses, el parón en la fabricación de contenedores y el hecho de que muchos de ellos hayan quedado varados en Europa vacíos y no regresen está provocando una inusitada escasez de contenedores. Eso, unido a los problemas causados por la pandemia en los puertos, está impidiendo que los envíos lleguen a tiempo, y ha disparado los precios a niveles sin precedentes.

Con este panorama, nuevos horizontes están creciendo de manera exponencial, y uno de ellos es Latinoamérica, la región que presenta un avance enorme desde el inicio de la pandemia y que parece no detenerse. En este episodio hablamos con Susana Bermudez, life and business coach, especialista en sourcing en Latinoamérica y emprendedora. Nuestra invitada recomienda tener en cuenta a América Latina como punto estratégico para abastecerse de productos. 

“Había una dependencia desde hace muchísimos años en relación a los productos en China. Eso inclusive hizo que muchas empresas en Estados Unidos tuvieran que cerrar porque no podían competir con los precios, era más barato. Entonces ahora viene la realidad, después de la pandemia, donde nos damos cuenta de cuánto dependíamos de China”, remarca Susana.

La estrategia a la que hace hincapié Susana es tener “por lo menos un plan B”: “Y ahora lo refuerzo. No digo que Latinoamérica es China, pero los próximos 10 o 15 años podemos ser un China pequeño en el sentido de la manufactura”. “Es un proceso que deberíamos empezar ahora. Las marcas tienen que comenzar a educar a estas empresas de manufactura y empezar a hacer alianzas con ellas…. No es nuevo que las grandes empresas ya estén fabricando en Latinoamérica”, agrega.

La idea de ver a América Latina como una opción no es algo nuevo. Las grandes empresas siempre buscan mantener abierto su abanico de opciones, y entre ellas estaba esta región. “Esas son las empresas que ahora se están viendo poco menos afectadas”, afirma Susana. Aunque no todo pinta perfecto, porque la cultura y avances que presenta América Latina sin dudas van un paso atrás en comparación con China.

Sumado a ello, vale aclarar que los países latinoamericanos tienen un poco más de burocracia en muchos trámites. Y para que haya la menor cantidad de complicaciones posibles, tenemos que conocer bien nuestro producto, y a esto nos referimos saber todas sus características y materiales para lograr que la compra que se pueda llegar a hacer en Latinoamérica sea efectiva y no haya confusiones por el idioma, falta de información, etc. “Hay que empezar por la paciencia, tenemos que entender que es una cultura completamente diferente. Nos tomamos las cosas con más tranquilidad”, expresa Susana, y añade que “no podemos comparar China desde el punto de vista en lo avanzados que están en la obtención de cotizaciones. Eso va a ser más difícil”. “Si quieres un producto de calidad y bien hecho tienes que tener en cuenta que el proceso va a llevar más tiempo, pero va a valer la pena”, sostiene.

Latinoamérica sí ocupa un mejor lugar en relación con China respecto a las imitaciones de los productos y sus diseños. Según cuenta Susana, “en Latinoamérica hay un poco más de respecto a las leyes y a lo que puede pasar si copias un diseño que tiene patente. No voy a decir que nunca va a pasar, pero es menos probable que suceda”.

Esto se da gracias a que en la región “no hay tantos revendedores y hay un poco más de control, donde el seller puede crear esa relación de confianza con la empresa de manufactura, ayudarse a crecer mutuamente y desarrollar más las marcas que tengan”. Además el control para el vendedor es más fácil, porque está a solo horas de llegar a la fábrica donde decide comprar; distinto a China, donde muchas veces es imposible viajar por el extenso y caro viaje que implica aterrizar en el otro lado del mundo.

Si nos preguntamos a qué país de Latinoamérica conviene comprarle, Susana asegura que “ningún país tiene una especialidad en particular”: “Por ejemplo, si vamos a hablar de textiles, es uno de los fuertes de Perú, pero también hace muchas otras cosas”, por lo que “todos los países pueden tener un poquito de cada cosa”. Sin embargo, aconseja comercializar con el país más cercano a nosotros y tener en consideración a Colombia porque “tiene muchísima manufactura muy calificada”: “Hacen desde el compuesto hasta el producto final. Hay empresas al estilo de China al 100 por ciento”, y aclara que “entre más grande es el país, encuentras muchísima más diversidad”.

Una buena idea para encontrar el país que más nos convenga para hacer negocios es buscar en Google “dónde se produce más nuestro tipo de producto y ahí vamos a tener una idea”. “O sino fijarse en los pequeños poblados y ver en qué se especializan. O empezar por nuestra comunidad o nuestro país y así crecemos desde otra perspectiva y también nos involucramos más”, alienta Susana.

Luego de eso, es prestar atención a los precios que nos ofrecen las empresas locales. “Siempre ponemos como ejemplo a México, que es uno de los países que tiene más tratados, y con Estados Unidos tiene un tratado muy interesante porque no se pagan impuestos. Prácticamente para el 90 y pico por ciento de los productos no se pagan impuestos, y con eso ya llevamos una ganancia del 25 por ciento”, recalca nuestra invitada.

Después está lo de la logística. Susana informa que “los precios siguen muy buenos y competitivos”: “No voy a decir que no están subiendo, porque lo que está pasando es que, al haber más demanda y más gente pasando productos de Latinoamérica a Estados Unidos, pues obviamente hay un cierto número de contenedores. También hay una falta de contenedores a nivel mundial porque están parados, entonces no vamos a poder traer más mercadería, etc.”. Pero a pesar de todo ello, la logística “sigue estando bastante accesible”.

Y aunque haya precios más altos en comparación con China, la ventaja sigue siendo Latinoamérica porque, tal como dice Susana, “vamos a pensar que el precio para fabricar el producto en Latinoamérica puede ser un 10 por ciento arriba… Hay diferencia, pero lo que sí es importante es que no tienen que mandar a pedir un inventario para tres meses, que ahí hay un gran ahorro”.

Como vienen los tiempos en la actualidad, China aparenta no volver a su normalidad previa a la pandemia, pero eso no quita que las fábricas de América Latina tienen que desarrollar rápidamente su capacidad de producción y hacer que la misma sea eficiente. “Veo que las fábricas están muy concentradas en fabricar ahora. Veo a muy largo plazo que pongan a alguna persona para sólo hacer E-Commerce. Por eso les digo a los sellers de Estados Unidos que vean la oportunidad en meter sus productos en los marketplaces que no tengan que ver con Estados Unidos”, finaliza Susana.

E-mail: info@manufactersuppliers.com

Instagram: @coachsusanavida

LinkedIn: Susana Bermudez