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Apr 25, 2023

Los seguros para las empresas sirven para protegerlas contra posibles riesgos y pérdidas financieras que puedan sufrir debido a eventos inesperados. Estos contratiempos pueden incluir accidentes laborales, robos, incendios, daños a la propiedad, demandas judiciales, entre otros. Al adquirir un seguro, la empresa paga sus servicios regularmente y, a cambio, la compañía de seguros se compromete a cubrir los costos de los daños o pérdidas.

Para conocer cómo nuestra empresa puede reducir su exposición a riesgos financieros y proteger sus activos, decidimos ahondar en este tema junto con Juan Carlos Arana, que es fundador y CEO de Arana Asesores, Agente de Seguros Certificado en AXA Seguros México y Director del distrito noroeste de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas.

“Los seguros no reparan tu empresa, no recuperan tu salud, sino que son una ayuda económica para evitar salir quebrado financieramente de un problema. Me he topado con gente que dice que los seguros son para personas con dinero, y es todo lo contrario. Una persona que tiene cierto poder adquisitivo puede sustentar algún problema, pero una persona que apenas está comenzando su negocio, que tiene deudas y compromisos, llega a tener un accidente y lo manda a la quiebra completamente”, desarrolla nuestro invitado.

Tenemos que tener en claro que hay activos más importantes que otros dentro de nuestra compañía, por eso hay que resguardar el más importante y costoso de nuestro negocio. “Primero hay que identificarlo y generalmente nos vamos por la maquinaria o el edificio, pero… ¿qué pasa con las personas que hacen funcionar ese negocio? ¿Con el dueño o los hombres clave?”, se pregunta nuestro especialista.

“Para el dueño de la empresa existe un seguro de gastos médicos, un seguro de vida o de invalidez, que son los más básicos, pero muchas personas, cuando empiezan a emprender, cancelan esos seguros por meter ese dinero en el negocio y cuando les sucede algo a ellos no hay quién opere. Hay seguros que te pagan incluso por día cuando estás incapacitado, de tal manera que puedas subsanar cierta parte de lo que estás dejando de generar. Incluso hay seguros para empresas que se llaman ‘seguros de hombre clave’, que ofrecen a una persona que es muy especializada para tu negocio”, describe Juan Carlos.

Por otro lado, todos los que tenemos una empresa estamos obligados a tener un seguro de responsabilidad civil. Cualquier circunstancia que cause un daño a un tercero por la misma actividad que realizamos o algún accidente dentro de nuestro establecimiento lleva a que uno sea responsable por eso y nos puede mandar a la quiebra.

El hecho de tener un seguro de gastos médicos para nuestros empleados, aparte de que nos posiciona más arriba en un mercado laboral tan volátil porque le estamos dando un extra a nuestro personal, nos da el acceso a un sistema de salud privado que nos garantiza recuperar el costo de la inversión que estamos haciendo por nuestros empleados. “Estos beneficios ayudan a retener a los empleados y a bajar los costos de la empresa, porque también son deducibles de impuestos”, asegura Juan Carlos.

Los costos de un seguro varían según el riesgo de cada negocio, por lo que las compañías prestadoras hacen un análisis de cada empresa para definir un precio. “En cualquier seguro lo que va a salir más caro son las coberturas de robo o de incendios. Si tus activos son pocos, el costo va a ser mucho más barato”, destaca nuestro invitado, y agrega: “Hay países, como México, donde el costo del seguro de un vehículo es más caro que el seguro de un negocio”.

Las tiendas online habitualmente contratan los seguros de comercio y los de responsabilidad civil general para estar cubiertas ante cualquier eventualidad y reclamación como consecuencia de un error o negligencia. Aunque Juan Carlos afirma que “vienen atrasados con su servicio para los negocios virtuales”, ya que carecen de soluciones para los problemas que sólo necesitaría este tipo de empresas. “Plataformas como Amazon o Mercado Libre ya tienen su propio seguro para lo que es el traslado de la mercancía”, remarca nuestro especialista.

Las aseguradoras tienen reglas a cumplir para acceder a sus servicios. Siempre atienden cuestiones que están bajo la ley. “Desgraciadamente hay mucho comercio informal donde no tienes un respaldo de lo que estás comprando para poder vender. En esos casos, no hay una manera de asegurar esa mercancía, porque siempre te van a pedir las facturas de compra, tu inventario, si te robaron te van a pedir el reporte que hiciste ante las autoridades, te van a pedir tus libros contables, etc. Si careces de eso, es realmente complicado que tengas la cobertura de un seguro”, asevera nuestro invitado.

Cuando queremos vender al exterior, la cobertura de un seguro depende de dónde está el origen del negocio. “Si está en Estados Unidos y vendes en México, tienes que contratar tu seguro en Estados Unidos para que te cubra cualquier inconveniente en otro país, porque existen legislaciones a nivel mundial donde están bien delimitadas las reglas. Por ejemplo, los seguros que se venden en México no pueden cubrir a una empresa de Estados Unidos, sino que tiene que ser una aseguradora de Estados Unidos la que cubra tu empresa, y sucede igualmente al revés”, explica nuestro especialista.

Por pequeño que sea nuestro negocio, tenemos que tener en claro que los seguros son un ahorro a largo plazo. “Cuando llegas a utilizar el seguro, te ha salido mucho más barato todo lo que pagaste antes de usarlo. Si ese dinero lo hubieras ahorrado por tu cuenta, no te va a alcanzar para pagar lo que te va a pagar el seguro”, finaliza Juan Carlos.  

Página web: www.juancarlosarana.com