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Nov 21, 2023

En el dinámico escenario empresarial de hoy, ser un líder exitoso va más allá de la simple supervisión de equipos. Implica fusionar la visión estratégica con habilidades interpersonales excepcionales, creando un ambiente en el que la innovación florezca y los equipos se desarrollen plenamente. Para lograr convertirnos en ese líder que tanto deseamos, en este episodio contamos con el conocimiento de Engelbert Gonzalez, que es mentor y coach de líderes empresariales. Cuenta con 34 años de experiencia en el mundo del negocio y recientemente ha lanzado su libro “Reflexiones de Liderazgo”.

“Hay muchas cualidades que debe tener un líder para ser exitoso, pero especialmente son 3. Primero es la empatía. Creo que los líderes deben ser empáticos en cuanto a la necesidad de su equipo de trabajo, de poder ayudarlos y guiarlos en la compresión de las relaciones internas y poder comprender las limitaciones que su equipo tiene para poder llevar adelante las metas de la organización. En segundo lugar, deben ser comunicadores eficaces, sobre todo para poder comunicar la visión y para poder motivar a los empleados. Deben inspirar a su equipo de trabajo. Y la tercera clave es la adaptabilidad que debe tener el líder ante las situaciones que van sucediendo a diario. Los líderes deben cambiar rápido, de manera constante y eficazmente. Deben estar dispuestos a aprender y a ajustar sus estrategias, y demostrarles a sus equipos que nada es constante ni eterno”, desarrolla nuestro invitado.

Reconocer y valorar el esfuerzo de nuestro equipo es necesario para construir un ambiente de trabajo positivo y motivador. Ser un líder empresarial que reconoce a su equipo no sólo fortalece la moral, sino que también aumenta la productividad y la lealtad. “Es muy importante ver a la empresa no sólo como el lugar donde hago dinero, sino que también debe ser un ambiente ideal de trabajo donde los miembros del equipo puedan dar ideas, ser creativos y que esto pueda ser valorado e incluso alentado. Los miembros del equipo deben tener cierta autonomía para desarrollar tareas rutinarias, pero también excepcionales y dar lo mejor de sí a la organización”, comenta nuestro especialista.

En el lienzo empresarial, fomentar a los empleados de manera que los errores sean vistos como elementos naturales de un proceso es clave para cultivar un entorno de crecimiento y aprendizaje continuo. En lugar de percibir los errores como fracasos irremediables, se deben considerar como hitos en el viaje hacia la excelencia. “Me gusta guiar a las personas para que aprendan y se hagan autosuficientes. Me ha ayudado a que las empresas se mantengan luego de 25 años. En vez de castigar tanto, es mejor dar un ambiente de confianza, permitir que la gente se equivoque y premiar a la gente cuando hace bien su trabajo”, opina Engelbert.

En el tejido complejo de una empresa, la organización de roles emerge como un cimiento. Es el lenguaje silencioso que guía la danza coordinada de cada empleado hacia un propósito común. En este ballet empresarial, la importancia de asignar roles específicos y definir responsabilidades no puede subestimarse. “La organización debe definir qué necesita y los roles funcionales dentro de la empresa antes de contratar a alguien”, afirma Engelbert, y agrega: “El error de los emprendimientos familiares es que traemos a miembros de la familia y les damos cualquier cargo y luego sucede que la empresa no crece como debería hacerlo”.

“Cuando ya he contratado a personas y me doy cuenta de que alguno no maneja bien su tarea, si el profesional es valioso por su conocimiento, conviene capacitarlo para su área. Hay que ver si la persona quiere aprender nuevas herramientas y sistemas y luego le damos el cargo. Si la persona tiene otras capacidades o cualidades debemos ver si la podemos reposicionar dentro de la empresa y buscar otra persona para que ocupe su lugar”, recomienda nuestro invitado.

La elección de un buen equipo o la organización del mismo es muy importante para la continuidad de la empresa, porque sino el fracaso estará asegurado. “El 95 por ciento de los emprendimientos fracasa durante los primeros 4 o 5 años y una de las razones principales es creer que al tener una buena idea es suficiente. No se encargan de hacer una buena planificación. El emprendedor puede ser muy bueno haciendo algo, pero quizás no lo es promocionando o proyectando el negocio”, recalca nuestro especialista. Un buen desarrollo de un emprendimiento implica vender y mercadear, pero además una buena atención al cliente y un producto de calidad.

Evaluar las decisiones que tomamos en una empresa es un componente esencial para el éxito a largo plazo y el desarrollo sostenible. Esta práctica no sólo proporciona un medio para ajustar y mejorar continuamente, sino que también desempeña un papel crucial en la eficiencia operativa y la adaptación a un entorno empresarial dinámico. “Me gusta evaluar los acontecimientos que estamos viviendo en el momento, revisar cuáles son las consecuencias que están sucediendo, si son perjudiciales o las puedo ver como oportunidades de crecimiento o inversión. Todos los emprendedores cometemos errores y debemos llamarlos ‘inversión’, sabiendo que el retorno en experiencia y conocimiento va a poder ayudarnos más adelante”, destaca nuestro invitado, y añade: “Hay que renovarse constantemente en lo que hacemos, cómo lo hacemos y en la posibilidad de expandirnos incluso a otros lugares”.

En las empresas de Engelbert se reúnen al menos una vez por mes para planificar la dirección estratégica y revisar los números. “Chequemos qué hacemos, cómo lo hacemos, las inversiones que hemos hecho, las pérdidas, las cuentas por cobrar que tenemos y las inversiones a futuro que estamos realizando. A partir de allí tomamos decisiones en cuánto a lo que vamos a hacer en el próximo trimestre. A finales de cada año ya estamos tomando decisiones de lo que vamos a hacer en el primer trimestre del próximo año”, describe.

Cuando la empresa es pequeña, la toma de decisiones puede ser inmediata, pero cuando la compañía es más grande, estos procesos llevan su tiempo. Sea cual sea el caso, el empresario debe tener la capacidad de ir analizando con una lupa los números. “Si la empresa pasa los 20 o 25 empleados debe tener un financista o un contador que pueda sacar los análisis para ver cuánto se vendió por mes, bimestre o trimestre, qué no estamos haciendo, cuáles eran las metas del año anterior para poder hacer los ajustes pertinentes y no irnos a una quiebra temprana”, advierte nuestro invitado.

Ser un líder empresarial exitoso va más allá de las métricas financieras; es la capacidad de influir positivamente en las vidas de los demás para el éxito colectivo. “El fundamento del éxito como líderes ni siquiera está en una buena planificación, sino en el carácter y la resiliencia cuando se afrontan los desafíos. Debemos revisar qué hicimos mal, corregir y seguir adelante para llegar a nuestra meta”, cierra Engelbert.

Instagram: @engelbert_lider