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Apr 30, 2024

En el mundo empresarial, la gestión del riesgo se erige como un pilar fundamental para la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de cualquier compañía. Desde fluctuaciones en el mercado hasta crisis financieras globales, la capacidad de anticiparse y responder de manera efectiva a estos riesgos es crucial para mantenerse competitivo y viable en el mercado. En este contexto, una buena gestión del riesgo se convierte en un factor diferenciador. Para saber más de ello, en este episodio contamos con Marcos Arango, que es empresario, inversionista y líder del Departamento Comercial en Laureco Group.

La gestión del riesgo implica identificar, evaluar y mitigar los riesgos que podrían afectar el logro de los objetivos de una organización, siguiendo una serie de pasos para llevarlo a cabo de manera efectiva. Entre los primeros que elige nuestro invitado está el análisis de indicadores: “Por ejemplo, cuánta rentabilidad promete mensualmente, qué hacen con el dinero, qué temas legales tienen cubiertos, etc. Siempre reviso quién está detrás del negocio, cuánto lleva en el mercado, dónde está la compañía, cuánto se demora mi capital en tener un rendimiento... Todo este tipo de preguntas hace que el análisis del riesgo se facilite para tomar una decisión y no arriesgarme tanto”, afirma.

Existen riesgos en un negocio que pueden estar fuera de nuestro control directo. Estos riesgos, a menudo denominados riesgos externos, pueden provenir de diversas fuentes y pueden ser difíciles de prever o mitigar por completo. A pesar de eso, nuestro especialista tiene una estrategia clave para responder de manera adecuada: “Cuando pasan sucesos importantes en el mundo que impactan en los mercados no puedo hacer nada, lo único que puedo controlar es cuánto estoy dispuesto a arriesgar”, remarca, y agrega: “Contengo el riesgo gestionando correctamente el capital, es decir, protejo cada movimiento del mercado sin exponer mi dinero”.

Asimismo, la diversificación en un negocio es esencial para proteger a la empresa ante la incertidumbre y los eventos adversos. De esta manera, una empresa evita depender excesivamente de un solo producto, servicio, cliente o mercado. “Es mejor tener muchos clientes facturando poco que pocos clientes facturando mucho. No es que voy a rechazar clientes grandes, pero aparte debo conseguir clientes nuevos, porque si se me va un cliente que factura poco no va a afectar a mi negocio”, subraya Marcos.

No obstante, asignar más inversión a productos que ya tienen éxito en lugar de productos nuevos para diversificar puede ser una decisión prudente en ciertos casos. “En algunas ocasiones, muchas empresas crean productos, pero al final se venden los mismos. No siempre aplica, pero generalmente es mejor darle fuerza a lo que hay, buscar la mejora de los procesos internos de la empresa para ser más eficaces y productivos. Esa mejora continua permite lograr mayor rentabilidad. Cuando se hayan generado esos ingresos, podre diversificar mediante la creación de más productos”, recalca nuestro invitado.

Absolutamente, la autoeducación desempeña un papel fundamental en la gestión de negocios y en la comprensión y mitigación de los riesgos asociados. El entorno empresarial está en constante cambio y el seguir aprendiendo nos ayuda a mantenernos al día con las últimas tendencias, tecnologías y mejores prácticas en nuestra industria. Marcos ha pasado por numerosos retos y, para superarlos, se enfocó “en múltiples habilidades blandas para formar su carácter”, logrando así tomar las mejores decisiones para proteger su negocio y maximizar las oportunidades de crecimiento.

Instagram: @arango9719