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Nov 29, 2022

Hay momentos en los que ampliar capital o buscar nuevos socios puede ayudar a la empresa, aunque igualmente surgen dudas, incertidumbre e incluso ansiedad. Pero para que el proceso sea realizado con éxito, invitamos en este episodio a Leonardo Barrientos, CEO y cofundador de Lexgo, una plataforma online que se hace cargo de las necesidades legales de emprendimientos y pymes.

“Los socios son generalmente los primeros que crean la empresa y, desde el principio, cumplen los roles más habituales en ella. Hay otros criterios un poco más objetivos, como qué número de acciones tengo en la empresa y eso me determina como socio también”, define nuestro invitado.

Para que la incorporación del nuevo socio funcione, hay que tener claros los objetivos del cambio y cuáles serán las atribuciones del accionista. “Un nuevo socio beneficia a la empresa cuando desempeña labores que no tengo en mi equipo actual o amplifica ciertas funciones que las necesito para acelerar aún más mi crecimiento. Hay algunas posiciones que son tan esenciales que, si no las completo, simplemente el negocio no tiene las funciones correctas para comenzar, pero a medida que voy creciendo las voy completando con nuevos socios”, desarrolla nuestro invitado, y agrega: “En general son posiciones que me ayudan a vender mi producto o servicio o a construirlo”.

La elección adecuada de los socios es fundamental, ya que esta asociación tiene que funcionar. De nada sirve que un socio sea bueno si no aporta nada al negocio. Tampoco ayuda un socio que tenga conocimiento, pero mantenga una mala relación con nosotros. “La búsqueda de socios exitosa conlleva relaciones que tienen una buena cantidad de años, es decir, que fueron compañeros del colegio, universidad, se conocieron a través de una comunidad y construyeron cosas juntos”, afirma Leonardo. A veces puede que no contemos con el entorno adecuado para formar sociedad con alguien. En ese caso, nuestro especialista recomienda “ampliar nuestra red e involucrarnos en comunidades o grupos”.

Cuando ya conseguimos nuestro socio indicado, comienza la negociación de las ganancias. Existe el pacto de socios, que es un documento firmado por los socios de la empresa y sirve para regular cuestiones clave sobre su funcionamiento. Esta herramienta se suele implementar al constituir la empresa o cuando un nuevo socio entra a formar parte de la sociedad. En general son los mismos socios los que determinan cómo redistribuimos utilidades en el tiempo y, en general, va en proporción a las acciones que tenemos. “Cuando creamos la empresa conviene distribuir las acciones entre nosotros, y esa distribución de acciones depende de un montón de variables, como cuánto alcanzamos a trabajar antes de que llegara ese socio, si es que hubo aportes de capital antes de que él llegara o no, etc. Pero, en esencia, nosotros creamos la empresa y, en base a estos cálculos y una distribución de acciones que conversamos anteriormente, ahí es cuando nos hacemos socios formalmente”, comenta Leonardo.

“Lo que se hace mucho para proteger la empresa es que tengamos acceso a ciertas acciones que distribuimos inicialmente, pero no nos hacemos realmente dueños de ellas hasta que pase cierta cantidad de años. En general son cuatro años desde que creamos la empresa y, si me voy de la empresa antes de ese tiempo, la compañía tiene la facultad de comprarme esas acciones de vuelta. De esa forma, los socios que se quedan con el negocio tienen la capacidad de separarse de otros socios que no están aportando valor en el tiempo y que les puede cortar su capacidad de negocio. Si la empresa ya está repartida entre socios y se suma otro, lo que se hace es un proceso en donde se crean más acciones, pero esas acciones no se le da al nuevo socio, sino que se le da la alternativa de poder comprarlas en un momento posterior, a medida que también trabaje conjuntamente con nosotros en los próximos tres o cuatro años”, explica.

Cuando el negocio ya está asentado, se establece por obligación de la empresa que se tenga que entregar un cierto porcentaje de las utilidades, “pero eso depende de las decisiones de los accionistas y la naturaleza del negocio”, aclara nuestro invitado. “Dependiendo de cuánto tengamos que reinvertir en el negocio para hacerlo crecer podemos fijar ese porcentaje”, añade.

Como cierre, hablamos de las desventajas que trae sumar nuevos líderes a nuestra empresa, y la principal es que el socio se quedará con una parte de las ganancias. “Cuando soy un solo accionista tengo capacidad completa de control del negocio. Cuando incorporo un socio, y dependiendo de la cantidad de acciones que tenga, ya pierdo ese control. Tengo que convencer a alguien de que tal o cual camino es el correcto. Para las personas que se fijan mucho en el control, esto es destructivo para impulsar el negocio”, remata nuestro especialista.

LinkedIn: Leonardo Barrientos

Twitter: @leobarrientosp